Amazonas 632 abre sus puertas al público en el 2015 con la finalidad de brindar los servicios adecuados para los visitantes de nuestra ciudad y nuestros queridos paisanos. Desde entonces ha sido un viaje largo con diversas experiencias de las cuales siempre hemos aprendido en función de mejorar nuestra oferta. Al día de hoy somos reconocidos como unas de las mejores opciones gastronómicas según Google Business y TripAdvisor.
Nuestro principal objetivo está en ofrecerle la mayor dedicación y cuidado en su experiencia dentro del restaurante. Cada uno de los integrantes de nuestro equipo se encuentra comprometido con la satisfacción del cliente. Trabajamos muy duro por poder darte lo mejor.
Contaban los antiguos lugareños de la ciudad de Chachapoyas que, por las noches de otoño, aparecía un búho que se posaba en los árboles de la zona. Muy pocas personas alcanzaron a verlo con claridad, pero eso no evitó que los comentarios y descripciones se dispersaran generando una sensación de extrañeza frente a lo desconocido. El búho andaba allá afuera, en los bosques extensos, cuyo final se confundía con el horizonte. Algunos decían que era una criatura realmente pequeña, mucho más que otras de su especie, tenía largos bigotes que adornaban su rostro; otros mencionaban su belleza, sus plumas grises y marrones, el pecho alzado y sus ojos atentos, luminosos, caramelos. Sin embargo, todos coincidían en que el búho visitaba los bosques chachapoyanos debido a la gran diversidad vegetal que había en ellos. Con el paso de los años y la deforestación de los árboles para el sembrío de extensos terrenos, los avistamientos de este particular animal empezaron a escasear. Los pobladores empezaron a soñar con una ciudad moderna y económicamente estable, por lo que dejaron de lado el cuidado de su entorno natural, pues todavía no concebían que el desarrollo puede ir a la par del cuidado y protección de la naturaleza. Algunas historias que se nos dibujan como fantasía, pero otras son un retrato fiel de la realidad. El búho bigotudo es una especie endémica muy rara de la región, fue visto por primera vez en 1976 y casi después de 26 años se lo volvió a avistar. El motivo es que se ha convertido en una especie en peligro de extinción debido a la deforestación en el área y a su reducido campo de vuelo. En Amazonas 632 hemos tomado la imagen de esta especie endémica en peligro de extinción con la intención de llamar a la reflexión a nuestros comensales sobre la responsabilidad que tenemos todos en el cuidado y protección del medio ambiente. En este espacio deseamos crear una atmosfera de disfrute y placer culinario teniendo en cuenta criterios de conciencia social y medioambiental. Amazonas 632 está comprometido con su región y el mundo, por lo que sirve y ofrece productos frescos, locales, orgánicos y sostenibles. Como empresa, nos hacemos responsables de los residuos que desechamos a través de políticas de reciclaje y haciendo que el personal participe de estos objetivos. Somos un restaurante familiar que respeta el entorno, la tradición y que se innova con criterios sostenibles pensados en el bienestar de nuestros comensales.